EL
PINTOR (guión)
1.EXTERIOR. DÍA. PUERTA DEL MUSEO
El PINTOR(55), vestido con una chaqueta de cuero, pantalón
de lino y botas marrones, camina hacia la entrada de un
museo de fachada marmolada y arquitectura romántica, se
detiene antes de entrar, observa las inmensas puertas de
madera pintadas en blanco, ambas cerradas, saca un reloj
mecánico del bolsillo interno de su chaqueta, observa la
hora y lo guarda. Dos SERENOS abren las puertas del museo.
El PINTOR ingresa a paso redoblado.
2.INTERIOR. DÍA. MUSEO
El PINTOR observa a lo lejos una pintura que le llama la
atención, cruza la extensa sala de recepción, minimalista,
de paredes blancas y suelo de mármol. Al llegar a la
pintura, el PINTOR cruza los brazos por detrás de su espalda
al detenerse, la observa fríamente, levanta una ceja sin
demostrar más expresiones. De repente encuentra algo extraño
mientras observa, comienza a mover sus manos por encima de
la pintura de forma delicada, removiendo y agregando
elementos y colores con su mano como si lo estuviese imaginando.
Los extraños movimientos atraen la atención de un
CONSERJE(19), quien se le acerca cautelosamente.
CONSERJE
(tímidamente)
Disculpe... señor, ¿está usted
bien?
El PINTOR no responde, pero se ve distraído de su
abstracción, al intentar retomarla el CONSERJE le interrumpe
nuevamente.
CONSERJE
¿Le puedo ayudar en algo?
El PINTOR camina hacia una escultura a la par, sintiéndose
perturbado por la presencia del CONSERJE. El PINTOR acerca
sus manos a la obra y las mueve torpemente, cambiando sus
gestos faciales, ahora más expresivos pero aún toscos.
El conserje se le acerca nuevamente, aún más intrigado que
antes.
CONSERJE
¿Qué es lo que hace?
PINTOR
(ansioso)
¿No lo ves? estoy intentando
resolver este asunto.
(CONTINUED)
CONTINUED: 2.
El PINTOR señala a su cabeza con la mano mientras aún mira
la escultura. Ahora sus movimientos son menos agresivos. El
CONSERJE responde sin entender a lo que se refería el
PINTOR.
CONSERJE
(confundido)
¿No debería resolverlo el que hizo
la obra?
PINTOR
(entusiasmado)
¡Tienes razón! Él tiene la verdad
de la obra.
CONSERJE
¿Cuál verdad?
PINTOR
No, no no no no no, no hay una
verdad ¡Hay muchas!
CONSERJE
¿Es usted uno de esos críticos?
El PINTOR camina hacia otra pintura mientras el CONSERJE le
observa desde su posición. El PINTOR observa intrigado la
obra, se le acerca más y más hasta asentar su nariz sobre el
lienzo.
PINTOR
(frustrado)
¡Óleo! óleo óleo óleo óleo...
El PINTOR se aparta de la pintura hecha en acrílico mientras
camina balbuceando hacia un mural. El CONSERJE le acompaña
aún más confundido.
CONSERJE
¿Es usted un pintor?
PINTOR
Soy artista, los artistas no
pintamos, creamos.
CONSERJE
¿Y quién puede ver esa diferencia?
El PINTOR observa maravillado la espléndida obra de arte sin
mirar al CONSERJE, palpándola a varios metros de distancia
con sus manos, efectuando movimientos suaves y aleatorios
con todo su cuerpo, inclusive algunos violentos con sus
piernas, cambiándolas de posición alejándose aún más o
(CONTINUED)
CONTINUED: 3.
acercándose demasiado. El CONSERJE lo observa mientras apoya
su mentón sobre sus manos que reposan en el palo de una
escoba.
CONSERJE
¿Qué le ve de interesante?
PINTOR
¡Todo! las curvas, los colores, la
fuerza, la intención, todo...
CONSERJE
Pero si es solo un montón de
manchas.
PINTOR
(pensativo)
Manchas... es su verdad.
CONSERJE
Yo podría hacerlo en mi casa.
PINTOR
Es su verdad...
El pintor mira por primera vez a los ojos del CONSERJE,
levanta una ceja y permanece estático.
PINTOR
Una obra es una mierda sólo si el
autor la considera como tal.
El PINTOR al retirarse, patea la escoba que hace de apoyo al
CONSERJE, produciendo que pierda su equilibrio.
Eric J. Lagarrigue
14/01/2015