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Nota editorial de Umbral 3 año 1 enero del 2014

Es para mí un honor y un gran compromiso escribir la Nota Editorial de este número. Llegar a los lectores a través de este espacio es un verdadero placer, ya que normalmente lo hago a través de novelas, cuentos y comentarios. Ahora me toca el turno de blandir la espada en esta cruzada de SAINDE en pro del “derecho de una persona a vivir de su producción intelectual”, según palabras expresadas por el propio Álvaro.

 

La idea es ayudar a través de SAINDE a todas aquellas personas con grandes sueños a poder concretarlos, considerando siempre que para realizarlos necesitamos la confianza de la sociedad. “Que te escuchen, que te vean, que te lean”. La gente muchas veces es cruel y le cuesta ser generosa a la hora de confiar, ya sea por malas experiencias o por simplemente ser su naturaleza. La realización de una idea necesita de cierta capacidad ejecutiva para cada uno de los instantes que llevan a la concreción del producto. Trasladar esas experiencias y poder sumarlas a las de otros es la tarea de SAINDE. Uniendo esfuerzos es como se logran las cosas.

El asunto no termina allí, es un proceso en el cual los seres humanos debemos avanzar culturalmente para poder comprender que primero está la sociedad y no la persona, el individualismo es un derecho que se gana en terrenos propios y no en los de una comunidad, donde el esfuerzo de cada uno debe ser para sumar al de todos, los deberes están antes que nuestros derechos, primero laboremos y luego repartamos los beneficios.

Todo comienza comprendiendo el propósito de cada uno de nosotros, entendiendo que nuestro destino va más allá que “creced y multiplicaos”, los tiempos de obscuridad ya han pasado y debemos quitarnos el velo de la ignorancia para avanzar decididos hacia el futuro de la humanidad.

La represión, el temor, el poder de algunos, que no sean causantes para que nos quedemos quietos, callados, amarrados a la incultura, porque todo eso nos hace perder la capacidad de razonar, nos hace estar unos contra otros, estas son armas usadas por quienes dominan el poder para controlarnos mejor.

No tengo la experiencia que los años suelen dar, pero sí el ejemplo de personas que a pesar de su edad o de su salud, no han encontrado frenos, sino acicates en tales obstáculos para seguir trabajando en pro de la cultura.

Quiero sentirme orgulloso, no por el mero hecho de alimentar mi ego, sino por saber que he podido transitar un camino sin que esa pesada carga de ataduras limitantes me haya impedido, intentar al menos, lograr mis metas en esta vida. Esperamos con gusto la compañía de todos ustedes en esta tarea ardua de sembrar la simiente de la solidaridad, base de toda sociedad.

Esta Comisión Directiva tiene la esperanza de que hayan pasado una hermosa navidad rodeados de sus seres queridos y les desea un próspero año nuevo. Un cordial abrazo para todos.

 

Eric J. Lagarrigue

 

 

Comisión Directiva

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